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Matie B. Pérez

Informe fin de curso en Pouma, Camerún


Desde Camerún nos envían un pequeño resumen de lo acontecido en el curso 2018-19


A lo largo de este curso se han producido numerosos avances, en el colegio GSD Pouma y en el propio entorno que paso a enumerar:


Pedagogía: alumnos y familias

Se finalizó el curso con 87 alumnos, con tres clases de infantil y dos de primaria. No se han producido bajas a excepción de dos alumnos que cambiaron de lugar de residencia, habiendo sido suplidos por algunas incorporaciones posteriores.


La evolución de nuestros alumnos, tanto desde aspectos pedagógicos como actitudinales, es sobresaliente. Hemos incidido en una educación individualizada, que trabaja aspectos emocionales y cognitivos desde una metodología avanzada y novedosa que sigue la estela de nuestro modelo educativo GSD: trabajo por rincones, aprendizaje cooperativo, aprendizaje simbólico, lectoescritura emocional, psicomotricidad por medio del ajedrez, aprendizaje por descubrimiento, desarrollo de la creatividad, deporte educativo y con valores… A todo esto, hemos añadido una disciplina que guíe y acompañe al alumno propiciando el diálogo y la reflexión, huyendo y desterrando métodos traumáticos y violentos que son moneda común en el país, tanto en la escuela como en los hogares.


De forma general, nuestros alumnos son felices en nuestro entorno y se sienten motivados en el colegio y por el aprendizaje, llevando a sus familias y sus hogares un mundo nuevo de conocimiento y unas perspectivas nuevas de la vida y la educación.


El trato con las familias no ha sido fácil, sobre todo al principio, donde la desconfianza y los problemas económicos primaban. Se han asignado las becas anuales, teniendo diversas entrevistas con los padres y visitando directamente las casas para ver su nivel de vida y compromiso con el proyecto GSD. Se ha intentado ser generoso y justo, pero exigiendo que los padres se muestren comprometidos por el proyecto. Debemos decir que esta labor ha sido muy complicada, pero muy enriquecedora y nos ha dado una visión mucho más amplia que nos permite tener cierto camino recorrido de cara al curso que viene.


A medida que se han sucedido las reuniones de padres y tras un ingente trabajo de diálogo, explicación y trato personal con las familias, las relaciones se han dulcificado y la confianza se ha ido fortaleciendo. Los avances y logros de sus hijos han hecho mella en su concepción positiva del colegio. Su valoración del mismo es muy positiva, muestra de ello es que, tras la asignación de becas, todas las cuotas han sido abonadas, más o menos en los plazos previstos por nosotros. En septiembre se creará una asociación de padres y madres que nos ayudará a gestionar ciertas decisiones del colegio y hacer más fluido el diálogo. Podemos decir que las familias y sus hijos son el verdadero anclaje de nuestro colegio en un entorno no siempre amable ni dispuesto a facilitarnos las cosas.

Prevemos que al inicio del curso 19-20 podamos contar con 3 aulas de infantil y 3 aulas de primaria y unos 125-130 alumnos.


Profesores

Debemos destacar el enorme esfuerzo que nuestros profesores han hecho para adaptarse a nuestra forma de trabajar. Hemos sido conscientes de que, por nuestra parte, también era necesaria una adaptación y una paciencia bien ejercitada con ellos. Tras diversos y continuos cursos de formación en cada uno de nuestros viajes, la gran mayoría ha respondido positivamente y, aunque queda muchísimo por hacer, podemos decir que muchos de ellos ya aplican y comparten nuestro método pedagógico GSD, por supuesto adaptado al entorno y en un contexto muy diferente al de nuestros colegios en España.

Los avances no han venido solos. El seguimiento de los profesores ha sido continuo. Por supuesto en nuestras largas estancias en Camerún, pero también con un asesoramiento y supervisión continua y diaria desde España, mediante varios grupos de Wasap en los que participamos diferentes personas y responsables de GSD (pedagogía, deporte, marketing mantenimiento…), mediante mail, enviando recursos educativos, noticias, o gestionando problemas cotidianos y en ocasiones también con llamadas de teléfono.

Cabe destacar, el enorme orgullo de pertenencia de nuestros profesores que han defendido y publicitado nuestra marca y modelo durante todo el curso y lo seguirán haciendo, sin ir más lejos a finales de agosto para atraer a alumnos e informar sobre el colegio. Podemos decir que han sido nuestro mejor marketing en Pouma y en el entorno circundante donde se mueven.


Personal no docente

El personal no docente del que disponemos en la actualidad, tanto en mantenimiento como en administración, ha demostrado profesionalidad y capacidad de adaptación al mismo nivel que nuestro personal pedagógico. El mantenimiento, en un entorno donde el cuidado de las cosas es nulo o escaso, ha sido uno de los caballos de batalla durante todo el año. La imagen del colegio y su limpieza y cuidado se nos antojan imprescindibles para marcar las diferencias y poder ejercer con gusto y agrado nuestro trabajo. Representa además una forma de educar también a todo el entorno de GSD en Pouma (alumnos, padres, profesores…)

El personal de administración ha ejercido un imprescindible trabajo de atención a los padres y de gestión del personal, siempre supervisado por GSD.


Relaciones con el entorno

Las relaciones con el entorno han sido cuidadas y trabajadas en cada uno de nuestros viajes y de forma continuada por el personal permanente del centro. En Pouma, el trabajo y la coordinación con la inspección ha sido correcta, después de algunos malentendidos iniciales. De la misma forma la convivencia con la iglesia y el obispado ha sido cordial.

Se han gestado también relaciones en Yaundé con agentes cercanos a la educación que nos han ayudado y asesorado en ciertos momentos. También se han cultivado las relaciones políticas y diplomáticas a través de la embajada.



Objetivos y puntos de mejora

Queda mucho camino por hacer y la evolución en temas pedagógicos, aunque como hemos reseñado ha sido sobresaliente, debe seguir creciendo, profundizando e integrando también a los nuevos profesores que se incorporen cada año. Queremos pensar que los avances cada año serán exponenciales y se producirán diferentes sinergias que nos ayudarán a progresar adecuadamente.

Consideramos que sería necesaria más agilidad en ciertos trámites burocráticos, así como la mejora de las condiciones de abastecimiento de agua y ante todo de luz. En la medida de lo posible, también nos planteamos un calendario escolar propio, que merme la pérdida de días de clase por asuntos tangenciales al currículum escolar.

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